lunes, 21 de abril de 2008

Lluvia y las pequeñas cosas que mueven el mundo


Mientras camino por la calle una gota de lluvia cae sobre mi mejilla. Es como una lágrima del cielo. No me interpongo en su camino. Suavemente se desliza hacia mis labios, donde muere.

El viento mueve mi pelo, arriba y abajo, derecha y luego izquierda.

Las nubes oscuras cubren el cielo, tiñiéndolo de un azul oscuro, casi negro. Las luces de las farolas y de los coches iluminan el anochecer.

Y no puedo evitar sonreír.

Porque hay días en los que te das cuenta de que la felicidad está en las pequeñas cosas:

Una gota de lluvia, El viento, Una sonrisa, Una carcajada. Una lágrima de emoción, Una canción que te ponga los pelos de punta, Un abrazo

Pequeñas cosas que te hacen superar las adversidades y las penurias. Pequeñas cosas que te dan la fortaleza para afrontar la vida. Porque el poder no es grande, lo son todos los pequeños elementos que lo componen.

Porque hay días en los que sientes como tus alas vuelven a aparecer.

Y sientes que vuelves a alzar el vuelo...


Fotografía de Cartier Bresson

4 comentarios:

Reverendo Gore dijo...

Maldito Cartier Bresson...¿a quién le importa cual de los dos "reflejos" sea el real? ¡A nadie Bresson! ¡A nadie!

La lluvia "es". Si se busca "ser" sale la lluvia, porque la lluvia "es" , "será", y "fue".

Ala, a analizar mi comentario.

Anónimo dijo...

te has convertido en una historietista!!! la foto me encata ^^

un beso!

Ed dijo...

miau miau miau
Cada día una historia nueva...
:****

germen dijo...

El mundo de las pequeñas cosas...
Yo también creo en el...
Por cierto me encanta esa foto de Cartier..
aunque nunca me había preguntado quien de los dos era el de verdad y quien su reflejo,
pero si donde iba con tanta prisa la chica que cruza en dirección contrario en el fondo de la foto...

Mi mundo de las cosas pequeñas...


saludos,

germen

germennonploris.blogspot.com